...un lugar para volver...

...Banyoles... un lugar precioso. Me escapo de los entrenamientos de Formula 1 el domingo, para ir a explorar lugares a los que acudir con mi cámara. Sin duda encontré un rinconcito precioso que combina diversos elementos que siempre me cautivan, montaña, agua, vegetación, y como no, la huella humana en antiguas construcciones que hoy en día dejan de ser útiles, para integrarse en el paisaje y formar parte de éste. Un ejemplo es el Balneari de la Puda, construido en el siglo XIX, abandonado por el hombre, y recuperado por la vegetación, que ha ido creciendo tanto por sus paredes como en el interior. Lástima que no pude pasear todo lo que me habría gustado, pero ya estoy organizando una escapada de fin de semana para perderme por el lugar. Estas son unas pocas fotografías que hice del lugar.

...un día de carreras...

Este fin de semana se han celebrado los entrenamientos de Fórmula 1 en Montmeló. No es que entienda mucho ni de coches, ni de Fórmula 1, pero ha sido un día interesante, y una oportunidad genial para practicar barridos, y otras cosillas. Estas son algunas de las tomas de este entretenido día, fotos de mi familia, robaditos de pilotos y gente, y claro, fotos de coches...

...mi primer timelapse...

Aquí mi primer timelapse. No es nada del otro mundo. Mas que nada es un experimento a ver que resulta. Lo intenté con el amanecer desde mi balcón, pero últimamente Barcelona amanece con una nube espesa fruto de la contaminación, con lo que las fotos que han salido no me han gustado nada. Pero bueno, tenía ganas de hacer el experimento, así que monté un pequeño set en mi casa. Un flash a mi derecha, una cartulina negra por el fondo y a la izquierda, trípode, la cámara con el 105mm y unos cuantos cigarrillos. 

Este es el resultado. No me convence del todo la calidad final del video, pero bueno, todo es ir investigando...

Tiempo al tiempo, que llegarán cosas mejores.

...Maria y las palomas...

 

Llego pronto a nuestra primera clase en exteriores, aun no ha llegado nadie, así que aprovecho el rato paseando, con la cámara en mano. Encuentro a María así, apoyada en esa barandilla en el parque de la Ciutadella. Me acerco y saco alguna foto. María tiene un silbato, que en cuanto me aproximé un poco, sacó de la chaqueta y tocó repetidas veces. No apareció nadie, aunque María me contó después que viene la guardia cuando ella lo toca. Lleva aproximadamente veinte años paseando cada mañana por el parque. Siempre lleva su carrito, en el que guarda pan, pienso, semillas, y alguna que otra latita de comida para alimentar palomas, patos, gaviotas y gatos. Alguna vez le ha tocado llevar a algún animal a casa y cuidarlo. 

María me cuenta que muchos de esos patos los han vendido de pequeños en las Ramblas, pero que cuando dejan de hacer gracia, crecen y ensucian la gente viene los deja en el parque. Dice que esos no suelen vivir mucho, por peleas porque no saben convivir, o porque no se adaptan bien. 

Después de acompañar a María por el parque un buen ratito, mientras ella alimenta a los animales, me cuenta sobre su hijo y anécdota del parque. Llega Loli, una amiga de María, también viene cada día a hacer la ronda con comida por la Ciutadella. Gastan cada una tres euros al día. En ocasiones, llegar pronto resulta interesante.

...algunos rinconcitos de otra Barcelona...

 

 No llegué a tiempo. Son cosas que pasan, uno no elige ni el momento ni el lugar donde nace, así como el resto de cosas, uno practicamente no elige nada. Tierna ilusión de todo ser humano pensar que podemos elegir, la ilusión de libertad, al menos eso me revela mi lógica. Pero bueno, volvamos al camino. No llegué a tiempo de contemplar otra Barcelona de la que cada vez más, sólo quedan algunos muros que se erigen como estatuas en recuerdo de otro tiempo, de otra gente. Muros que resaltan y llaman la atención por su contraste con la nueva Barcelona por la que me ha tocado caminar a mi. Muros, paredes de casas, chimeneas de fábricas donde hace tiempo vivían y trabajaban personas que con su esfuerzo levantaron su ciudad. ¿Donde están ahora esas personas? ¿Donde fueron a parar cuando en el lugar donde se encontraban sus casas, sus trabajos, sus vidas, se elevan ahora multitud de edificios multicolores y multiformas? Ese contraste de pobreza-riqueza, humildad-ostentación me provoca. No puedo caminar por Barcelona sin hacerme esas preguntas, sin que me llame la atención esa dualidad, y es que en definitiva, tampoco las preguntas las puedo elegir yo.

...los amigos y la paciencia....

...los amigos y la paciencia... como no, es un agradecimiento a todos aquellos que están a mi lado, y que incansablemente me permiten capturarlos, moverlos, ...ponte hacia allí que viene el sol por este lado... no me mires... tu a lo tuyo... mírame!... girate un pelín... un poco menos... levanta la barbilla un poco...
...los amigos y la paciencia... a todos los que quizá no posan, o no se paran, pero que se han acostumbrado al zumbido de mi cámara a su alrededor mientras ellos continúan con total naturalidad sus quehaceres...
...los amigos y la paciencia... también agradece a esos que pasean a mi lado, y que soportan estoicamente que paremos mil veces en el camino, o quizá pocas veces, pero de largo rato... espera espera! a ver si el sol se esconde un poco ahí, y puedo hacer esa foto... va, fúmate un cigarrito ahí, que así me da tiempo a mi, a ver si consigo...
...los amigos y la paciencia... a todos los que observan mis fotos, los que comentan, los que critican, porque así me permiten a mi seguir creciendo...
...los amigos y la paciencia... gracias.

...ventanas de arena...

Me levanto temprano una mañana, y a pesar del frío de la ciudad, me apetece irme de paseo... con la cámara en mano claro... Llego al parque de la Ciutadella por primera vez desde que llegué a Barcelona, y me encuentro un largo camino de tierra lleno de charcos, charcos arenosos que para mi sorpresa, se han convertido en ventanas a nivel del suelo, que parecen mostrar un mundo nuevo. Como si otra realidad se abriese paso bajo el suelo, tras esa pequeña capa de agua que la noche, y como no, el riego de los jardines que lo bordean, han ido descubriendo para mis ojos...

...rescatando fotos...e historias....

Tras algunos pocos años haciendo fotos, uno de los problemas con los que me he encontrado a menudo, y que me traen de cabeza es cómo organizarlas, cómo almacenarlas, y sobretodo, cómo me las apaño para meter en mi pequeño disco duro tantas y tantas fotos. Muchas veces lo que hago es revisar las carpetas antiguas, en busca de alguna imagen que se me haya escapado de las cribas de limpieza que realizo cuando descargo las fotos al ordenador, a ver si puedo rascarle algún mega al disco duro...

...para empezar a compartir....

Me levanté temprano esa mañana, salí de paseo cargada con mis cámaras y capas y capas de abrigo. El sol ya había salido, y paseando por uno de los muchos parques que tiene Barcelona me encontré esta escena. La luz que venía desde el fondo era muy intensa, así que entrecerré los ojos y me vino a la cabeza esa escena típica en muchas películas en las que se acerca alguien como si saliese de una especie de nube o neblina, como una pequeña sombra que a medida que se acerca se va volviendo cada vez mas nítida... o como si de un sueño se tratara. Entonces cogí la cámara y pensé, qué coño! pues quiero blanco, mucho blanco.
Este es el resultado... algunos me han dicho que tenía que hacer un frio del copón... no era eso exactamente lo que quería mostrar, pero bueno, también es válido no?
Como anécdota... cuando el señor pasó por mi lado me dijo que ya que lo fotografiaba que saliera guapo al menos... :)

Me presento

Qué puedo contar? Bueno, mi nombre es Davinia, y llevo tiempo pensando en hacer un blog. ¿Porqué un blog? Simplemente por compartir mis fotografías, pensamientos, experiencias con todo aquel que entre y le interese.

Mi intención mas allá de mostrar fotografías es interactuar, compartir opiniones, en definitiva, que las fotos sirvan como excusa para reflexionar, discutir, opinar. Por lo tanto, siéntete libre de opinar y contar lo que te venga a la cabeza....

Bienvenido!!!